sábado, 3 de diciembre de 2016

No volverá

Si el amor desilusiona.
Las punzadas del amor son como el eco en el lugar más vacío.
Nunca sabes cuál será el último abrazo.
Remendar los sueños que hemos perdido por el camino.
Yo nunca asimilaré que ahora supongamos que ya no nos conocemos. Que nunca fuimos.
Si el amor decepciona.
Entregarse así sin límites, proporcionalmente al dolor que vas a sentir ante la pérdida.
El abandono, como el signo más cruel.
Abandonarse a si misma. Porque otro te ha abandonado.
Abandonar la opción a querer a alguien más. Por temor a caer más hondo aún.
Y reprenderte a ti misma, por no haberte tenido en cuenta.
Por haberlo permitido.
Si el amor aparenta. Si desorienta. Si no protege y no anhela.
Claroscuros encubiertos por una confianza que inventarás cuando te empeñes en alargar lo inevitable.
Ser consciente de que ya no va a quererte más.
Hacer visibles los grados del amor. El intervalo entre amar de verdad y olvidar en cuestión de algunos amanereceres.
Lo que cada uno está dipuesto a entregar. A conceder. A tolerar.
Olvidar la dignidad cuando concedes la última de muchas últimas oportunidades a ese amor que no te ama.
Y arañar al tiempo que dedicas a pensar en lo imposible. Porque... no nos engañemos... él no volverá. 



viernes, 28 de octubre de 2016

Rincones que has dejado vacíos

Aquellas palabras que nunca se dicen son las que más duelen.
Sordos los besos abandonados en el eco bajo un tapiz perfecto de estrellas donde yo me sentía tantas veces tu deseo más preciado.
Controvertido será cada escenario en el que no estemos juntos nunca más.
Las punzadas del frío. El cielo más abierto. La angustia en su máximo apogeo.
Temblar por tu ausencia.
Rezar e invocar a espaldas del orgullo y la dignidad por volver al punto en el que me equivoqué sin saber que te querría más cuando ya no estuvieses junto a mi.
Repetir la misma escena en tu cabeza con todas las cerillas de tu memoria gastadas y a falta de sentimientos que ardieron allí donde decidiste dejarlo.
El abandono es el sentimiento más cruel. El más despiadado.
Dicen que de una u otra forma todos necesitamos recuerdos. Y que de las malas experiencias se aprende. Y aunque aprendas a levantar la cabeza caminando sobre rosas grises y marchitas que se muestran caducas y resentidas por todas las lágrimas que te derramé en vano...
Y ahora entiendo que los sentimientos que nos tuvimos, aquellos que me obligas a olvidar se niegan a despertarse ante cualquier amanecer.
Y qué pesado se hace pensar que el tiempo curará las heridas que hoy no te dejan respirar.
Todos los pasos que te alejan de mi.
Cada movimiento por leve y sutil que sea me muestra que el Mundo no es lo que escribías con tus dedos sobre mi espalda a ciegas.
Para quedarme ciega aqui sin nada. Donde nada me importa por el momento.
Momento en que no me encuentro ni me perdono.
Para llover sobre mojado. Para llorar sobre lo llorado. Inundando cada rincón que has dejado vacío.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Ayúdame a olvidar

Por si acaso.
Yo no dejé de utilizar estas tres palabras contigo. Nunca.
No sabré desprenderme de ti.
No quiero que nadie me abrace si ahora ya, no lo haces tú.
No se sentirme de nadie más.
No se entregarme a nadie de nuevo.
Envuelvo todos los recuerdos en un papel de regalo bonito. De esos que no se estropean. El más brillante.
¿Dónde has colocado tu nuestros recuerdos?
Me quema todo este aire que me asfixia... porque ya no te encuentro en ninguno de mis días.
Acabo de ser consciente. No estaré entera nunca más.
Dejé parte de mi en tus ojos azules aquella última vez.
No logré recomponerme.
Por aquí todo es intenso. Y puedo empezar a ser verdaderamente feliz.
Pero... me resulta complicado y contradictorio no seguir buscando restos de tu voz y el calor de tus abrazos.
Sutil la suerte... que voló tan alto que nunca esperó mi agradecimiento.
La vida sigue. Aunque me niegue a respirar de cara al Mundo.
¿Quién ocupará tu corazón?
¿Quién será ahora el motivo por el que sonríes? 
Mientras, seguiré aguantando mis lágrimas. Sujetando atardeceres. Construyendo el dique que soporte cuánto me has inundado.
Sopla el polvo a todo aquello que dejó de tener sentido en nosotros.
Luce antiguo todo lo que ya no seremos más.
Y ahora que ya no tendré la posibilidad de mirarnos más... Ando perdida. Intentando descifrar cómo vas a contarme cómo se hace eso de olvidar a alguien de una forma tan inmediata. Tan efectiva.
Hazlo. Ayúdame a olvidarte.



martes, 16 de agosto de 2016

Al final siempre es así

Al final siempre es así.
De una u otra forma llegas a este punto. Y es aquí donde puedes ver con claridad el otro extremo.
No siempre los besos son dulces.
Pero de algo de lo que no te puedes salvar... es del significado real que tienen todas tus lágrimas.
Del mismo modo que conoces tus hábitos. Sabes de qué forma te gusta el café, lo importante que es para ti sentir el viento en tu piel, en tu cabello... Y conoces el significado que puede tener todo lo que has dejado atrás en algún momento. Aquello con lo que ya no has podido continuar para avanzar hacia algún lugar en el que perderte.
El mundo no te espera más.
Aún sientes que andas hilvanando todo el futuro que eres capaz de asumir.
Es aún más fácil ahora escapar de toda responsabilidad sujetando canciones tristes en cualquier tejado con vistas a las estrellas... Cada latido de tu corazón suena más intenso.
Las locuras bien cometidas. Los abrazos a cambio de sonrisas.
¿Qué secreto vas a esconderme hoy?
Esconder el alma tras una sombra o debajo de las sábanas no sirve de nada cuando todo me huele a ti.
El tacto de tus manos en mi cintura. Se me eriza el vello sintiendo como tú deshaces cada nudo.
Bájame el sol más ardiente y ponlo en mi garganta.
Después mirame más hondo, Más profundo. Más leve y más sutil.
Para que así cuando te vayas no haya un solo día en que no te eche en falta.











viernes, 12 de agosto de 2016

Gris

¿Cómo hacen las personas corrientes para enfrentarse a los finales grises?
¿Cómo se inventan palabras y cómo se escriben frases con la suficiente coherencia cuando el mundo que nos vio amarnos queda tan lejos y anda perdido?
Los latidos del corazón así. De la forma más arritmica.
Porque el corazón es el órgano que más fácil puede inundarse. Llámalo lágrimas. Llámalo insuficiencia para dar más pasos adelante o incluso para volver atrás cuando ya te arriesgaste.
Y es que contigo arriesgarse no sirvió para ganar.
Ganar noches repletas de estrellas. Y abrazos que no encontraban la salida. Y fueron así eternos.
Eterna la pausa de tus labios para pronunciar el silencio más largo. El definitivo.
Definitivamente olvidé volar. Y sentí que perderme ya no era la locura más mágica.
La magia está en comenzar a encontrarse. Sin filtros. Sin restricciones.
Te envié todas las señales. Puse mi corazón en tus manos.
Bajo aquella lluvia que nos caló los huesos y el alma.
¿Dónde han ido a parar todas nuestras promesas?
¿Y dónde se esconden ahora todos los ecos de aquellas palabras que nos susurrábamos cada noche?
No logro recordar nuestro último beso.
Debe ser todo lo gris que envuelve el fracaso. Debe ser todo aquello que nos quedó pendiente. Todo aquello que quedó a medias.
Ruido. También gris.
Y así son los momentos en que puede pararse el tiempo.
Y aunque el avance es constante...
Lo más importantes es buscar la salida.
Ser consciente de que es muy posible... que tras las vueltas que necesites dar hasta encontrar esa salida en un laberinto así... inmenso... él no estará al otro lado esperando.
Sonríe al cielo gris.
Hoy sabes que todo sucede por una razón.



martes, 26 de julio de 2016

¿Tu has olvidado tus mariposas?

No sé hacerlo.
Estoy inmóvil.
Estoy así. Tan callada.
Olvidé como cerrar los ojos.
Y perdí las fuerzas para cerrar los puños.
Busca en el eco todas aquellas veces en que pronuncié tu nombre... allí,  en el fondo de cualquier Mar.
Ya no soy yo.
No pude volver a serlo.
No estas en mi. No estás conmigo. Y sin embargo nunca terminas. Nunca acabas.
Dejé de buscar resguardo en tus palabras.
Dejé de buscar un significado a todos tus silencios.
Mírame y aguanta tus ojos en los míos. Porque es la forma más honesta de contarnos como cicatrizan nuestros mundos. Cómo se transforma la energía que nos ha cambiado. Tan constantes.
Brillas así tan inteligente. Tu y tu forma tan inusual de descifrar cada detalle. Escríbeme una nueva página en mis infinitas emociones...
Y aquí... en este punto, sin embargo... sigues distante al Amor. Es la palabra más ajena a ti.
No confundas tus ansías de volar, tus impulsos por soñar... con el miedo por lo desconocido, Por lo salvaje.
Vive tu vida. A tu modo. Como siempre hiciste.
Apenas unos cientos de kilómetros, inmensos abrazos, besos eternos y mil lágrimas nos separan. Nunca pude elegir como llevar la carga del dolor.
No se elegir olvidarte.
Soy incapaz de no mirarte en cada destello del sol... en cada brisa nocturna. En todo el olor a sal que me rodea.
¿Tu has olvidado tus mariposas?
Porque el mundo termina un poco mas cada día y seguimos el uno sin el otro.




martes, 12 de julio de 2016

ROTA

Escucho atónita a una amiga que está destrozada. Que está rota. Que no sabe avanzar... Que es incapaz de hacerlo. La primera reacción que tenemos como humanos ante un grave peligro es la capacidad de reaccionar... de evitar el daño. De protegernos de él. Sin embargo a veces... siendo conscientes de dónde está situada la fuente de dolor somos incapaces de alejarnos del todo de allí.
Cuando tienes el corazón roto muchos de tus sentidos inevitablemente llegan a mermarse. Y siempre eres plenamente consciente de que no eres tú de forma completa. No escuchas nada de lo que llega de fuera y no quieres ver más allá de lo que te has propuesto ver... Para entonces todos tus músculos se han agarrotado y eres incapaz... de cualquier forma... de avanzar. Y el avance. El avance se convierte en todo un dilema. Ves pasar el tiempo frente a ti. Ves pasar a quiénes sonríen. Ves mil historias de amor que sí funcionan. Que entregan sus corazones sin condiciones... Y entonces captas tu reflejo en cualquier lugar y comprendes que no estás allí donde imaginabas ni tienes lo que querías para ti en modo alguno.
Después de todas las trabas que te impuso la vida... Sigues preguntando si hay algo de cierto en eso que llaman AMOR. Son cuatro letras que encierran lágrima imperdonables y otras que llegaste a olvidar en el momento que menos esperabas.
Mi primera reacción a cuando alguien muestra abiertamente su dolor y es capaz de compartirlo... suele ser irresponsable. Encaro la situación. Y argumento los motivos por los que una tiene que ser capaz de dirigir de vez en cuando al destino que también es capaz de perderse... o probarte una y otra vez... de forma cada vez más arriesgada... La vida son una serie de cartas. Ahora solo tú como buena estratega. Como la mejor estratega. Debes jugarlas. Debes asimilar que tal irá la partida. Y si entiendes que tienes todas las de perder en el momento en que te encuentras... Recuerda que siempre tendrás la posibilidad de volver a barajarlas.

A mi gran amiga. A quién su dolor no le deja brillar con la fuerza que desprende. Con toda su luz.


viernes, 8 de julio de 2016

Niebla Rosa. Humo Rosa. ¿Cuál es la diferencia?
Alrededor de ti.
Presente allá donde caminas.
Mirada al frente. Altiva. En esencia sólo tu sabes andar así y mover las caderas de ese modo.
Ellos lo saben.
Soporté lo que no debía por respeto al Amor.
Me adapté a las circunstancia de quiénes dirigían el Mundo hacia una sola dirección.
Y la meta, siempre tan confusa. Tan lejos para mi.
Deja de mirar mis piernas nene.
Mi mirada es más intensa aún si el deseo te consume.
Tu reloj avanza tan despacio.
No necesito rodearme de peligro ni de tipos duros para sentirlo.
Conseguí aguantar el equilibrio sobre las puntas de mis pies. Convertirme en la muñeca de cualquier caja de música. Piel tan resplandeciente. Cabello salvaje. Mis uñas son color oro. No puede ser menos.
Y ahora trata de explicarte cómo fue que me dejaste escapar.
Trata de sentirte en silencio. Sin el calor de mis promesas. Sin el valor para hacerlas.
Ahora que no sujetas mis manos. Ni eres testigo de mis sonrisas. Cuéntame que tal es la vida allí donde el humo rosa no llega.
Da igual el momento, Y si fuera está demasiado oscuro. Me reconoces por mi modo de andar. Me acerco. Con mi forma de hacerlo. Sabes que nadie se mueve para ti como yo. Coloca tu mano en mi espalda. ¿Lo sientes?
No hay necesidad de avanzar así como lo estamos haciendo. Sin contar el uno con el otro.
No dejo de sentirlo. Y es amor honesto y sincero.
Saldré por ti.
Da igual el momento. Da igual si está oscuro ahí fuera. Y no habrá nada que pare lo que fuimos. Humo Rosa rodea un corazón que hoy te reclama a ti.
Lejos de cualquier movimiento,
No dejaré que me olvides.
Y es que yo soy lo mejor que te ha pasado.
Agarra tus miedos, Tus voces. Tus límites.
Levanta la cabeza. Soy yo quién está frente a ti. Ahora mira. ¿Qué ves? Solo dime si tu me ves a mi.






miércoles, 6 de julio de 2016

Lo siento.

Trato de olvidar la forma en que mirabas a tu alrededor. Esquivando el frente.
No fueses a encontrarme.
Tu cielo que cambia de color de forma tan constante. Sin promesas evidentes.
Y todas las expectativas quedaron congeladas.
Fui yo quien estuvo en tu regazo. Pero si lo has olvidado.
Deja de contar palabras. Coartar sentimientos. Prohíbes cualquier movimiento que te acerque a mi.
No me conformé con besar tus labios. Besar tu alma fue la conquista más satisfactoria. Yo en tu cima, Y sin embargo fuiste tu quién conquistó mis sentidos.
Y en todas mis lágrimas quedan partes de ti.
Lo sabes.
De nada sirve huir. Correr a contracorriente.
Desnuda y honesta. Contigo.
Lo siento si no te dejo mirar dentro de este corazón que ya no reacciona de igual forma.
La apatía se instaló en un lugar tan principal como para aguantar tu mirada.
Mi cuerpo tan lejano de tus caricias.
Y a pesar de tus ojos esquivos el olor de mi piel te persigue.
Lo siento. Si no te dejo esperar más de mi.
Fue tu princesa. Tú rey desterrado. Desencantado.
Sujeta con ambas manos lo que fue el amor más verdadero. El fuego más intenso.
Lo siento si no vuelvo a prenderlo.
Sujeta mi cuello con tus manos. Mi corazón estuvo tan cerca de ti,
Nunca subestimes al amor que nos cogió por sorpresa. Que nos incendió.
Esperas escuchar mi voz, mis palabras o encontrar mi forma de mirarte en otros ojos...
Lo siento. Mi alma brilla hoy mas.



domingo, 26 de junio de 2016

Puestos a elegir

Seguro que habrás escuchado millones de veces ese típico “puestos a elegir”. ¿Siempre tenemos en nuestra mano la opción de elegir? ¿Acaso siempre hay varias opciones por las que tomar partido? Dudamos… en algunas ocasiones apostamos por algo que luego no surte efecto. Fallamos… caemos… nos reprochamos una y otra vez nuestra decisión… nuestra elección… y al final de uno u otro modo… nos levantamos.
 Ponerse en pie. Qué bien suena. Qué difícil. Qué prolongado puede hacerse-
Tomamos decisiones. Lo hacemos continuamente.  Estas decisiones conllevan daños. A veces en los demás… otras tantas en nosotros mismos. Es todo un entramado.

Hay decisiones como el Amor. Decidí no dejar arrastrarme de nuevo. Pero a veces el destino se impone a ti. Y tu voluntad no surte efecto. Es un juego de poderes en el que no tienes ventaja. En el Amor… no sólo hay decisiones. De vez en cuando… hay que mover ficha. Y ahora que no es tu turno… el “puestos a elegir”… queda tan vacío… tan lejano…  Y en este punto de la partida: sólo puedes dejarlo en tablas o abandonar el tablero y todas las decisiones que tomaste hasta aquí.


domingo, 19 de junio de 2016

Las reservas de lágrimas.

No supe verlo.
No advertí ninguna de tus señales.
Cuando dices que no trataste de hacerlo.
Todo fue tan confuso.
Y fui incapaz de hacerlo bien. Lo se. Y no me basta que me repitas una y otra vez que no soy yo. Que no es por mi.
Me volví  perder.
Volví a ceder.
Me dejé arrastrar por un mar tan furioso y salado como tú... que cuando golpea no tiene ni un atisbo de arrepentimiento.
No tienes que explicarme más.
Y... si me vas a mirar a medias... O a sonreír de ese modo... tan inerte e inestable...
Yo me marcho de ti y me llevo mis mariposas... aunque algunas caigan por el camino.
Y de ahora en adelante. Nuestras voces serán más huecas.
¿Recuerdas mi umbral de dolor?
Está ahí. Donde no estás tú.
Más salvaje aún. Y sin control. Sin protección. Sin placas. Sin armas. Sin sirenas ni luces.
En estado puro.
Yo no pude iluminar tus penumbras.
Ni alejar tus fantasmas. Tus cicatrices.
No pude animarte a bailar cualquier noche.
Aquellos abrazos tenían un límite. Una fecha de caducidad que sólo tú conocías.
Y así por todo esto... El amor se ha ofendido desde Nosotros Dos.
Se acabó tintar las razones y anhelar a quién no te espera. A ti que no me amas. A ti que no te emocionas al verme acercarme a ti. Al verme alejarme de ti... aunque sea para siempre.
Se acabó reponerte lágrimas para un después.
No puedes estar en mi reserva de sueños.
Me reservo el derecho de reservarte más lágrimas.
Porque tú m
e oprimes. Me ahogas y me Olvidas a diario.
Se acabó verte en todas partes.
Se acabó buscarte en mis sonrisas.
Se acabó.

lunes, 6 de junio de 2016

Emergencias

Cuando no aciertas a decir las palabras que tienes en mente desde hace tanto tiempo.
Cuando no lo haces, porque en lo más interno de ti... reaccionas y asimilas que ya no están íntegras. Y así, rotas, no producen el mismo efecto.
No puedes ser tu... cuando no te reconoces.
Y no puedes tomar esa decisión. Así. Sin contar contigo misma.
Sin embargo... Hay decisiones que tienes que tomar de forma instantánea.
Son emergencias.
Llegan. Sin verlas venir.
Y en mitad del derrumbe... No hay palabras borrosas en el dorso de tu mano que te sirvan de guía.
Estás sola.
Fuera de cualquier jaula.
Y da miedo mirar ahí afuera. Al exterior.
Sin manuales de supervivencia.
Elige un destino.
Ponte una fecha.
Fija un objetivo.
¿Hueles el Mar?
Quizás sea un buen lugar para comenzar a soñar de nuevo.

miércoles, 18 de mayo de 2016

El café de tus ojos

Pierdo el Norte siempre que estás tan cerca como para reconocer tu aroma.
Y así, entonces, me pierdo en el dulce insomnio que me produce beber del café de tus ojos.
Con tu piel tan morena.
Eres plenamente consciente de la atracción que despiertas a tu paso.
Vacías cualquier alma con tu forma tan pícara de sonreír.
Entras en mí de una forma tan imprevisible.
Y así sin previo aviso... me regalas una pequeña bengala que ilumina algunos rincones de mi corazón, tan salvaje... ése que deambula en paralelo a la realidad.
Y así. Sólo por un segundo no hay distancias.
Ni obstáculos.
Olvida las reglas de lo que debe ser. Lo correcto.
Un nuevo punto de partida.
O sólo estar bien así. Sin ponerle una forma concreta. Ni nombres ni fechas.
Sin pensar en qué vendrá después.
Ahora mírame a los ojos. Con los tuyos. Profundos y hermosos.
Sonríe como sólo tu sabes hacerlo.
A ti. Solo a ti te dejo entrar... para que eches un vistazo a mi versión más real. Más honesta. Porque a pesar de que he luchado. He perdido.


martes, 17 de mayo de 2016

Renovarse o morir


Seguro. Habrás escuchado más de una vez la temida frase de renovarse o morir.
Hay quiénes incluso trazan esquemas de cómo hacerlo de la forma menos dolorosa.
Con la mayor efectividad...
¿Qué hay que renovar exactamente?
¿El contexto?
¿O lo que pensamos de él?
Hay situaciones que en parte, nos hacen morir de alguna forma.
No una muerte física. Ni completa.
Yo lo llamo... Infarto emocional.
Los pensamientos se concentran de tal modo en un punto fijo... que te conviertes en una vagabunda que clama una compasión innecesaria.
En este estado... eres incapaz de despertar.
Y cometerás tantos errores como seas capaz de autocontrolar.
En este punto. Ya no hay vuelta.
Ridícula.
Insensata.
E incoherente.
Nada de lo que digas en esta fase tendrá sentido.
Cometerás más de una estupidez.
Y vuelvo a verlo. No hay opción de retroceder en el tiempo.
Que se dirá de ti. De tus hazañas por conquistar un amor al que le vienes grande... o pequeña... según el Sol y según la forma en que me miraste por última vez.
Renovarse cuando has muerto en cierto modo.
Renovar sonrisas para otros labios.
Iluminar todas las esperanzas que yacen rotas bajo tus pies.
Miedo a seguir. Por si vuelvo a tambalearme y a caer frente a ti. De seguro tu no te mueves. Inerte. Así serio. Como tú eres. Como dices ser.
Miedo a seguir de pie.
Porque ya no estás.
Tu, en cambio, lo has conseguido. Te has renovado.
Por entero.
Ya no se quién eres más.




jueves, 12 de mayo de 2016

"Se veía venir"

Aquellos que suelen decir que se veía venir..
Nunca explicarán por qué no avisaron del desastre que se acercaba.
Incluso... cuando se trata de sí mismos... No estaban preparados. Y siempre pasa... suelen carecer de las defensas necesarias para afrontarlo.
Llegado el momento... La corriente les arrastra de igual modo.
Sólo puedes ser consciente de una cosa.
No hay finales absolutos.
Es difícil.
Pero de vez en cuando... Hay que hacerlo.
Pasarse frente al destino.
Mirarle a los ojos directamente y plantarle cara.
De tú a tú.
Porque una debe tener un límite de dolor.
Aunque algunos umbrales sean más tolerantes que otros.
Quiero pensar que existe ese límite.
Todo el Mundo repite constantemente que es necesario luchar... Que es de valientes... eso de no rendirse.
Yo sólo necesito tomar aire.
Levantar la vista al horizonte.
Y que el momento... no me derrote aún.
Asumo las consecuencias. Ahora no dejo de ver caras conocidas, no tan conocidas y algunas que dejarán de serlo... Y todas coinciden en lo mismo: "Se veía venir".
Después de la devastación.
Tras un golpe tan certero.
Me falta el aire y me sobran recuerdos.

Al final, todos caeremos, todos nos levantaremos.
No hay otra forma. No hay otro modo.
Luego están aquellos que desde lejos lo veían venir.
Los que se conforman.
Y otros que siguen aferrándose a eso que llaman esperanza.

jueves, 5 de mayo de 2016

Renuncio

Hoy me siento bendecida.
Completa. Y feliz.
Y tú no tienes nada que ver en eso.
Yo no soy oscuridad.
Yo no desprendo luces grises.
Yo soy Luz. Claridad. Resplandor.
Y brillo de una forma tan intensa... Que te cegó.
No lances más reproches. Así no.
Refúgiate. Escóndete. Huye.
O simplemente, haz lo que te venga en gana.
Tu me tuviste rota.
Me mantuviste rota.
Y me rompiste aún más.
Yo me levanto y me recompongo.
Porque hace falta mucho más que tú para destruir a alguien como yo.
Bórrame. Por y para siempre.
Entierra la forma en que luché por ti. Tan descarada. Tan Revolucionaria.
Para quién se sujeta al pasado y se aferra de un modo inhumano.
Mente calculadora. Helada.
Tu tristeza infinita está lejos de mi.
Olvida acusarme a mi. O ponerme como excusa.
Yo ya no estoy aquí. Ni en ti.
No volveré a ser débil.
No volveré a mirarte como te miré.
No volveré a sentirte.
De tus días nublados...
De tus miradas sin color...
De tus sonrisas tan premeditadas y estudiadas al detalle...
De tu vida de manual. Guión de la disciplina más básica y barata.
Renuncio.
Unidas todas mis partes.
No tienes con qué hacerme frente.
Suerte... con la mediocridad que elijas a partir de ahora.
Suerte con tu lugar. Con tu Mundo. Con tu cielo. Con lo conocido.
Suerte con lo que siempre has tenido. Y lo que nunca más tendrás.
Porque después de hoy no hay nada más.
Yo. Renuncio.

martes, 3 de mayo de 2016

6. Reforma

Brecha en un cielo diferente.
Arde el Sol en mi piel y no se justifica.
Apareces a lo lejos. Cabizbajo.
Todo lo que fuiste. Y quién eres ahora.
Irreconocible.
Apoya los pies. Juntos. En tu suelo.
Soy yo la que no pertenezco a tu lugar.
Y todo lo que nos rodea. Eres tú.
Aire que castiga mis impertinencias.
Y aquí parte de inmadurez salió a relucir.  Reclamándote todo aquello que nunca existió en ti.
No hay flores en tu jardín.
Ni queda brillo posible en tus ojos, que ahora si me miran, lo hacen por inercia.
Y ojalá quisieras.
Ojalá yo te quisiera a ti y no al hombre que pretendo que seas.
Breve. Fugaz. Instante.
No hay balanza para los sentimientos que se confunden con el aire.
Punto 6. REFORMA.
De todo lo anterior. De ti.
Borrar cualquier resquicio de tu sonrisa.
Tu último abrazo.
La Reforma no es posible tan cerca de ti.
Compartes mi aire.
Y mis suspiros sobrevuelan a tu alrededor.
Y arden. Las mariposas que besaste en mi piel.
Tu tienes la última palabra.
Hasta aquí.
La REFORMA comienza.

jueves, 28 de abril de 2016

Cuando el dolor muera

Tantos cristales rotos.
Y todo el falso civismo.
Para acabar del mismo modo.
Sin voz. Sin corazón. Y sin razón.
Tiemblan todas las mariposas que escapan tan lejos como pueden. Como saben hacerlo.
Torpes. Ante lo que nos pasó. Lo que nos está pasando.
Sin entender. Sin preguntar. Sin responder.

Hazme una señal.
Explícame un motivo.
Y si eres así, tan cobarde como para huir tan deprisa... al menos... mírame a los ojos por última vez.
Esos cuatro segundos que nos debemos.
Porque sólo tu sonrisa a medias, no fue suficiente esta vez.
Mira de cerca tus excusas.
Recoge los besos que te olvidaste aquí en mi reflejo. Bajo mis ojos.
Mis labios olvidarán tu sabor.
Pero el consuelo no será tan fácil.
Y es que nos faltaron aún tantos abrazos, que ahora quedarán por ahí... esparcidos en la nada.
Y a partir de Hoy. Inventa otro modo de hacerlo. No rompas las ilusiones de esta forma tan cruel. Tan deshonesta.
Sigue tu corriente.
Tu curso.
Tu horizonte.
Y no mires atrás. No vaya a ser que recuerdes mi nombre y te inundes.
Porque cuando el dolor muera... Yo ya no estaré aquí.


martes, 26 de abril de 2016

Aquí. Frente a ti.

A partir de aquí.
No hay más para nosotros.
Tú. Mejor tras tu muro.
Yo aquí. De pie. Frente a ti.
Mirándote. Fijamente.
Y aún. No puedo creerlo.
Mil sensaciones recorren este viento que se ha quedado expectante en estas cuatro paredes que nos distancian tanto.
Mírame a los ojos. Tanto como te permitas.
Repíteme que ya no vas a quererme. Infinitas veces.
No lo escucho.
No quiero hacerlo.
Me duele respirar.
Solo queda volver a situarse en el tiempo. No vivir a destiempo. O no hacerlo más.
Leo en tus labios que debo cerrar capítulo.
Porque tu eres así. Conciso.
Ya no estás para mi. No estás aquí. No es posible.
Quise estar una última vez frente a ti.
Temblé.
Me faltaron fuerzas. Y la voz se me quebró aunque no lo notases.
Me aferré a todas las mariposas de mi vestido. Que siempre ya siempre me recordará a ti.
Hay palabras que jamás usaría contigo.
Pero ha pasado.
El Adiós.
Así que olvida darme lecciones.
Olvida tu rigor. Tu moralidad.
Este falso civismo.
Tu. Absoluto.
Yo. Derrotada.
Me marcho.
Porque la vida sigue.
Lo veo en tus ojos. Aunque haya lágrimas en ellos. Pero no me permitirás saber qué hay en ti.
Yo me quedo atrás.
Buscándote entre millones de estrellas. Sin saber que me has apagado la luz. Y... que por más y más que busque... No hay posibilidad.
De nada sirve.
No todo vale.
Aparecí en tu vida. Y tu en la mía. Nos encontramos. Y ahora es necesario olvidarnos.

martes, 19 de abril de 2016

Erase una vez... un Caballero.

Caballero voy a contarte algo.
Quizás no sea fácil de entender.
Incluso... a estas alturas, después de tantos silencios...
el grado al que a cada cual afecta el paso del tiempo sea imposible de descifrar.
Nos falta cruzar una mirada que, al menos, nos muestre más transparencia.

Caballero. Voy a tratarte como al hombre que nunca fuiste. Al hombre que nunca imaginaste que serías. Ese hombre que habita en mis ojos y se me escapa.
Te observo esperando amaneceres más azules.
Evítame espacio en tu vida. Y evítame a mí. Porque me precipite abriéndote mi alma.

Quizás brille en ti una luz que rememore algún abrazo sin reservas.

Caballero te han contado alguna vez a qué saben tus labios.
Levanta la cabeza. Mírame.
Toda una princesa para un caballero tan oscuro.
No puedes hablar.
No quieres.
Y tus sentimientos son hoy aún más indiferentes.
Ojos incendiados.
Y ante ti. Más transparente. Aire.
Y así. Sin ser. Dejé de ser. Antes de serlo todo para ti.

jueves, 14 de abril de 2016

No respiro más


Temblar no es la opción que buscaba.
Tampoco imaginé que algún día llegases a encontrar un papel en blanco en el que ya no lograses colocar las palabras que nos corresponden.
No sería capaz de ver lo fugaz que fue el instante en el que tu y yo fuimos tu y yo.
Se incendió.
Y el vació es más inmenso aún.
No queda línea. Ni fronteras.
Tal y como llegaste. De improvisto. Te has marchado.
Alejando besos impropios y desprovistos de toda razón.
No pudo ser.
Y no será más.
Cierra los ojos a ventanas que muestren las mejores vistas.
Mares azules y nubes rotas.
Aires feroces y sueños de papel.
Sumerge cada detalle que te hizo visible a mis ojos.
Las sonrisas más puras.
Ya no hay perdón, u oscila en paralelo a nosotros.
Ruegos y preguntas.
Como antesala de una mente calculadora para quien no poder hablar se ha convertido en el argumento central de su defensa.
Así. Camina seguro.
Anima el gesto.
Aumenta la distancia. Con tu conciencia tranquila... O... Eso dices.
Que hermoso sonó mi nombre en tus labios.
Y a pesar del detalle más oscuro. De tu pensamiento más negativo...
Yo continuaré. No me rendiré.
Estoy aquí.
Y si te vas. Déjame ir contigo.
Si quieres hacerte daño. No me lo hagas a mí.
Somos Tú y Yo.
Eso no puede cambiar en un instante.
Pero al menos por ahora. No respiro más.


miércoles, 13 de abril de 2016

Tú... antes de mí.

Bienvenidas todas mis sonrisas.
Aire fresco sobrevuela una cabeza de pájaros libres que vuelan alto y lejano.
Fuera del alcance de quiénes no llegaran a quedarse a tu lado.
Quiénes se paralizan.
Aquellos cuyo umbral del dolor es confuso.
Quiénes no te liberan y aun así no permanecen aquí. Contigo.
No quedan hilos de voz.
Y argumentar la vida se vuelve el reto más difícil y confuso.
Mejor sin mí.
Mucho mejor que conmigo.
Silencios al unísono para caminar sobre el borde del muro que nos separa. Tu muro.
Vuelve con tu seriedad.
Refúgiate en tus miedos.
Asegúrate de respirar cerca de lo que fue tan habitual. Dónde no alcances a ver mis ojos.
Y olvida pronto el ruido de mis murmullos. El eco de nuestros guiños. La cercanía de nuestras pieles. En un abrazo que quedará partido en la memoria.
Príncipe de un millón de sueños.
Ahora no es la vida. Eres tú quien te me alejas.
Mariposas en busca y captura.
Porque no encajan en moldes previstos.
Serénate. Olvida y Reemplaza cada escena conmigo por un nuevo comienzo que de devuelva al punto de partida. A todo aquello de antes de mí.
Cóctel de estrellas para noches amargas en las que ya no te oiré respirar.
Leona salvaje para ti... cazador furtivo de todos mis besos. Que me has robado.
Y que ahora ya no existen más.
Da caza a otras pestañas.
Regresa a ti. Al tú... antes de mí.

lunes, 4 de abril de 2016

Hoy es el fin del Mundo

Hoy es el fin del Mundo.
Se acabaron las preguntas.
Cuando el frío no remite y sigue avanzando...
Ya no es posible hacer nada más.
Y... A ciencia cierta... no puedo evitar pensar en que quizás algún día me vendrá a la mente  la sensación eterna y constante de que nos quedó pendiente un último café. De esos, en los que desayunábamos sonrisas y caricias tiernas y sinceras. Punto y seguido a una noche en que necesitabas abrazarme y yo que me abrazaras.
Y... aunque el desastre no llegó por sorpresa.
El modo en que arrasaste con los últimos trazos del fuego que manteníamos vivo fue devastador.
Aún no me había roto.
Aún no me había doblado del todo.
Y ahora no me puedo mover.
No me puedo levantar.
Porque esto no ha sido normal.
No ha sido humano.
No es perdonable. Ni tolerable.
Y quedará marcada tu última mirada que sólo desprendía Amor.
Quedará marcada tu último roce. El más tierno.
Y que tu última sonrisa fuera de puro instinto.
Nuestros ojos, que siempre fueron espejos en los que vernos reflejados... no se han vuelto a cruzar.
Y aunque... en todas las historias hay dos versiones... Prefiero que se conozca la tuya. Que tu realidad sea la realidad para todos los oídos ajenos que ansiaban con un final para nosotros.
Prefiero que nadie conozca la realidad del nivel de destrucción al que nos enfrentamos...
Bajo el mismo cielo que un día nos animó a respirarnos...
Amor.
Ya.
Se acabó
Se terminó.
Del todo.

martes, 29 de marzo de 2016

Te pienso


No pongas medida a los abrazos conmigo.
Ni les impongas límites.
Loco y descarriado corazón.
No interpongas barreras entre nosotros.
No existen corazas para mi.
No olvides los besos. Ni las palabras que viajan directas al alma.
Yo te pienso. Te siento. Y escucho todos los colores de tu voz.
Cuerdas flojas. Hilos débiles sujetan mi cuerpo que aún se encuentra tímido con el tuyo.
Háblame de esas mariposas que revolotean en tu interior.
Háblame del brillo de tus ojos.
De tu forma de sonreír.
Háblame de ti.
Y en esas noches en que el ama se derrama y los sueños deambulan en equilibrio, quédate en tu parte del muro que has levantado.
Escúchame de algún modo.
Siente cada palabra que dejo grabada en esta noche infinita, en la que tu olor me acompaña, y tus caricias aún estremecen mi cuerpo.
Eres tú. Eso tan especial. El único.
Y llegado el momento, si las palabras no son suficientes... desde mi corazón sonarán melodías de un piano que perseguirá el empeño de ofrecerte lo mejor de mi.
Voy preparando las maletas para el viaje que nos espera.
Espero el mejor viento. Que nos de un buen rumbo.
Mientras tanto. Sonríe. Sueña. Y víveme. Y piénsame que yo te pienso.

martes, 22 de marzo de 2016

Mil segundos

Mis ojos que han sido nubes que quedaron vacías. Hoy ven más allá del resplandor que los cegaba, impidiéndoles ver todos los colores que pueden tener las sonrisas más sinceras.
Giro hacia ti y tu susurro cálido.
En tus ojos se instalaron cientos de luciérnagas que iluminan este sentimiento que comienza a nacernos.
Y al estar contigo. Subir al cielo es un instante.
Decoras mi mundo con las estrellas que nos rodean en cualquier noche dónde hace frío. Y el vaho que exhalas puede confundirse con una declaración de amor.
Abrázame mil segundos.
No fijes tu mirada en las heridas que arrastro. Porque ya cansada de luchar y sin lágrimas con las que entablar distancias... quedo ante ti desnuda, desprotegida... Y sonrío cuando me besas en la frente. Mi más bonita casualidad.
Si me ofreces tu corazón de forma honesta... Yo estaré aquí. Del mejor modo. Del más intenso. Del más sensato. Inigualable. Y la distancia o el tiempo no serán medidas comparables a lo que crecerá entre nosotros.

jueves, 10 de marzo de 2016

Besada por el sol

Besada por el sol.
Ni rastro de aquellas lágrimas.
Sentada a contraluz y, junto a un futuro difuso.
Todo hoy es más coherente.
Dejo atrás aquellos cristales rotos de mi alma aún contigo.
Me largo a respirar porque sin ti no duele.
Libertad y Amor. Y todas las fotografías, vientos y recuerdos que se escapan con las nubes más altas.
Apago mi luz para ti.
Hoy es fin de lo que nunca comenzó del todo.
Mariposas surgen en mi piel.
Y una melodía de un piano mudo.
Una taza de un té con cerezas que endulzan sonrisas.
Y un abrazo cálido me espera.
Siento no volver a ser una excusa para tu dolor.
Disculpa por no quedarme a rogar una tristeza infinita.
Deseo que des una oportunidad a la vida. Que no juzgues a la felicidad por fraude.
Que dediques todo el tiempo del mundo a buscar tu corazón en alguna parte donde lo hayas perdido.
Yo dedicaré mucho tiempo al mío.
Lo colmaré de todo lo mejor que alguien puede esperar.
Le recompensaré por resistirte, por superarte y por tratar de olvidarte.
Por no rendirse. Y sobre todo, porque ante cualquier circunstancia mantiene su honestidad.

sábado, 5 de marzo de 2016

La noche más larga

La noche más larga del mundo.
Esperando un hilo de voz a través de un teléfono del que se que no obtendré respuesta.
Duele tanto este arañazo en el alma que, conciliar el sueño es impensable.
Tan impropio como negarme la conciencia de lo que nos ha estado pasando.
Ha subido un nivel.
Ahora. Ya no me quieres. No quieres escuchar mi voz nunca más. No necesitas verme y no anhela saber de mi.
De este modo, tu lejos de mi, y yo aquí. Acusada por todas las estrellas que me gritan que me habían avisado. Me dejo arrastrar por toda la furia y la miseria.
Quiebran mis últimas fuerzas para sujetar éste lápiz. Me perderé un momento más en este horizonte infinito, buscando un pacto con el tiempo para que esta agonía que siento, esta angustia que me asfixia y el haber caído en la cuenta al fin de que ya no somos más tu y yo... no me deje cicatrices permanentes en mi ser.



viernes, 26 de febrero de 2016

KILOMETROS DE PALABRAS

Dibuja círculos infinitos con todas las lágrimas que te han traído aquí.
Asusta la fuerza con la que late tu corazón.
Así impertinente, rebelde y desconfiado.
Desnuda el alma para desprenderte de todas esas astillas clavadas que te impiden respirar.
Angustia que aparece como una vieja conocida. Más confiada y más fuerte.
Afonía y disculpas no serán suficientes para hacer frente a todas las palabras que te atreviste a pronunciar.
Amor con agravios. Cuando nadie responde por ti.
Heridas que se suman a una conciencia, elástica. Acostumbrada a romperse una y otra vez.
Duerme sola. Vagabunda bajo el puente de la ciudad más triste.
Se resiste al cambio.
Se resiste a la paz. Incluso llegarás a oponerte a ti misma.
Constancia y luz para encontrar un equilibrio, Y así imaginar que el paso del tiempo puede ser una forma de enfrentar la vida con energía positiva. Algo que nunca fuiste capaz de intuir.
Kilómetros de palabras que quedan en un hasta siempre.
Y mariposas. Siempre mariposas. Que vuelan alto. Que huyen, escapan y se refugian donde tú no estarás.
Constantes.
Pacientes.
Abiertas al fin a escuchar todas las voces que gritan desde siempre que jamás debes dejar de ser quien eres. Brilla. Brilla y no te avergüences de ello.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Aquel lugar dónde el corazón yace roto

Sueña con el brillo de tus ojos.
Recobra el sentido y vira en dirección a cualquier lugar donde el destino no sea así de sombrío.
Presente y dilema.
Palabras que unidas a lo que fuimos, nos evita la aptitud para alcanzar sueños.
Te has negado que lo que estaba más lejos de ti. Y tu línea de salida, se ha desdibujado.
Fuera de Tono. Fuera de Juego.
Resumen de una vida aplazada para un mañana que no va a llegar.
Y mientras tanto, los segundos se derraman por el camino.
Releído el capítulo y arrancadas las páginas... No te veo en ninguna frase de mi alma. Nunca fuiste claro. Ni honesto.
Luz intermitente en mi recorrido.
Y aquí solo quedará una brisa transparente que te sujeta sutilmente.
Un alma inerte que transporta un cuerpo en el que ya no estoy,
Flores que me miran. Y aunque sabía que me advertían. No las escuché.
Y el corazón yace roto. Está escondido en la sombra más oscura que existe.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Rogarle al amor

Rogarle al amor, ése para el que no sopla más el viento.
Mirar desconcertada a tus ojos y no obtener respuestas.
Sentir nuestros cuerpos extraños. Y las palabras que nos quedan por decirnos, intactas. Ya que, de todos modos, van a olvidarse.
Huye de mi y explora tu mundo.
Resuelve tus manías y encuentra tus expectativas en el rincón más oscuro y profundo de tu ser, ahí dónde siempre has estado escondido.
Recupera toda la ilusión, esa que has perdido junto a mi.
Añora el tiempo que ha pasado porque el contacto conmigo no te ha dejado ileso.
Arrastra contigo tus dudas. Aléjalas de mi. O vuela en otros aires. Porque ya no nos conocemos así. Y evito a toda costa que ocurra el que me aborrezcas.
Imprégnate de esa vida que yo no supe darte. Esa que queda tan lejos de nuestro alcance. Cuando todo deja de ser maravilloso estando juntos.
Fúgate con las estrellas.
Danza en las noches más oscuras, que yo me quedo aquí, con un Sol más comprensivo. Que siempre está atento a que aparezcan sonrisas en mi rostro. Que siempre espera y se asegura de que sean sinceras.

martes, 26 de enero de 2016

Manos de cartón

Manos de cartón.
Que no saben sujetar un corazón. O tratar con la angustia ajena.
Bajo el derrumbe de lo que fue lo mejor de mi. Aceptando de cualquier forma que para algunos nunca existí y no existen más alternativas. Cuando no hay fuerza en la voluntad de esas manos para aclarar todo lo que oscurece y marchita el lecho de flores donde me encuentro... pensando de forma infinita el bloqueo mental que me detiene y que me aparta de respirar en paz, o simplemente de forma honesta.
Manos de cartón.
Que no insisten en rodearse de vida, de colores ni de sonrisas sinceras. Sugieren resistir y evitar cualquier cambio que rompa esta zona segura en la que no me puedo ser fiel. Alejándome cada vez más de quien soy.
Manos de cartón. Y brazos inmóviles ante todos los abrazos que no volverán.
Cualquier lluvia podría llevarse el fantasma de esta tristeza e impotencia con la que despierto día a día. Cualquier Sol puede acompañarme y secar mis lágrimas, que ya sobrepasaron el límite de lo tolerable. Muy lejos de lo que pude haber considerado infinito.
Manos de cartón. Mojadas. Inservibles. No van a sujetarme.
Corazones de cartón para quién con sus manos no aprecian el calor de un rostro enamorado. Y dan la espalda a lo bello que puede ser vivir de forma auténtica.

domingo, 10 de enero de 2016

Cada uno por su lado

Son horas la distancia que nos separa.
Y años enteros, de mañanas que nos hemos perdido juntos.
Cientos de sonrisas encadenadas a todos los abrazos que te estoy negando.
Tengo la llave que abre todos tu cielos.
Tus ojos tienen tanto amor, que prefiero no mirarte y evitar males mayores.
Nadie me ama como tu.
Nadie cuidará de mis anhelos, ni experimentará así, divertido, con mis locuras.
Nadie se acostumbrará a mi cinismo involuntario. Así como tu lo hacías.
Y tu voz infinita, aquella que me repetía cada instante que siempre me acompañaría, de cualquier forma, sin contar nunca, que sería mi instinto la causa de que ahora permanezcamos así. Lejos. El uno sin el otro. Cada uno en su mundo. Compartiendo el paso de las estaciones.
Cada uno por su lado. Careciendo ambos del amor verdadero. Y de la paz más honesta, que sólo somos o... fuimos.
Capaces de traspasar todos los límites. Sin distancias ni espacios capaces de interponerse entre tu y yo.


sábado, 9 de enero de 2016

Una vida a medias

¿Por qué nos será tan difícil asumir cuando nunca fuimos especiales para esa persona que lo es todo para ti?
Imposible de entender que tu forma de mirarle o sonreír le pase desapercibido. O sólo como cualquier cosa más que pueden darle con otros cielos. Pero bajo las mismas estrellas que nos han visto compartir tantos besos que para mi fueron especiales todos y cada uno de ellos... mientras que para ti fueron fáciles de sustituir por labios tan diferentes.
Dejé de ser quién era.
Dejé de ser feliz.
Dejé de amar las cosas que antes eran tan bonitas, porque tu nunca fuiste capaz de amarlas y sentías vergüenza ajena por mi forma de comprender la vida. Por mi forma de actuar en ella y llenarme de todo lo positivo que encontraba, en cualquier circunstancia.
Dejé mi forma de arriesgar para ser feliz.
Dejé de disfrutar del cielo con todos sus estados de ánimo.
Contigo, siempre la forma más fácil, suspendida en el aire ante tu modo de colocar guiones y pautas a la vida. Y así. Nunca será vida.
Para ti, que siempre hay niebla, que no te deja ver todo lo bueno que puede estar dentro de un corazón. Amar sin condiciones. Sin escondites. Con la valentía suficiente para afrontar cualquier dilema que nos impida crecer.
Y no quiero conservar mi corazón en un expositor de sentimientos de lo que para ti fue una colección de sentimientos ajenos que nunca te importaron.
No me convertiré en una sonámbula que se mueve por tristezas.
Me debo a mi misma todo aquello que tu nunca serás capaz de darme.
Sin límites de tiempo.
Sin distancias imposibles.
Sin rencores encadenados al pie de una cama dónde ya no eres capaz de conciliar el sueño.
Y aunque para ti soñar nunca fue una prioridad. Yo quiero seguir logrando mis sueños, que quedan lejos de ti.
Cualquier cielo espera.
Acogedor.
Sin miedos. Sin restricciones.
Sin tener en las manos para ofrecer sólo una vida a medias.