jueves, 31 de diciembre de 2015

Princesas

Esta invitación está concebida únicamente para que la leas y releas todas las veces que necesites o estimes oportuno, pero sólo podrás hacerlo del mejor modo... si al fin conoces el motivo de por qué no vas a permitirte parar de sonreír. Puede ser ese momento en que todo el peso que no te dejaba avanzar parezca hoy tan ligero e insignificante. Todo aquello que en muchos momentos te entristeció hoy no es más que una broma amarga y todos los nubarrones se dispersan tan fácilmente que sonríes divertida e incrédula. Todo el dolor encerrado en un flash que se cruza contigo y se hace el desconocido. Tanto perdido y dedicado a afrontar cualquier lucha abierta y hoy todas las flechas que te alcanzan no duelen, ni dañan. Y sobran los escudos. Siendo así, mejor cambiar tu vestido de la princesa que espera de él, la delicadeza y el apoyo de un amor incondicional. Con el peso de una corona y mil flores expectantes, como testigos del momento tan emotivo en que ese caballero al fin quiere entregarte su amor para siempre y sellarlo con un anillo, símbolo del compromiso más eterno. Pluma, papel y corazón. Para escribir que hoy me caso. Con mi felicidad. Y dejo la corona para quién necesite encerrarse a deshojar margaritas. A la espera de un príncipe. O lo que sea.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Sola

Algunos días pierden todo su significado, toda su esencia. Lo especial que deberían ser. Un Diciembre en el que aún no se instaló el frío y una Navidad más donde vuelvo a estar sin ti. De ti, solo vacío. La incertidumbre que nos separa. Todo el hastío que nos enrarece. Todos estos delirios que hoy nos suceden y nos enloquecen. Y por más que pienso en resolver todos nuestros dilemas, la pendiente cada vez es más elevada. Tanto esfuerzo que ya nos imposibilita. Tanto y tanto a pesar de ti. Tengo que encontrarte a ti. Diciembre sin frío. Frío que se esconde aquí adentro. En mi corazón. Sin escapatoria. Encerrando un dolor que ya no esconde sorpresas, ni decepción; Solo malestar, por entregar un alma a quién nunca revela nada de sí y aparece siempre oscuro. Perfil de un secuestrador de todas las palabras que nos faltan por decirnos. Siendo aún más cobarde. Y esta realidad nos abrasa. Y no habrá frío que pueda evitarnos el dolor de todas las quemaduras que nos hemos producido. Hoy. La distancia que existe entre nuestros corazones es mayor. Pronto tus ojos oscurecen los cielos y alejan todo signo de alegría o belleza. Y hoy, amor eres cruel. Y cuando pase, mañana, otro día y tantos otros... las cicatrices de nuestros rescoldos, de todo lo que ardió... permanecerán. Llegará el frío más peligroso. Porque el tiempo nunca se detiene; Y tu orgullo y tus estados permanentes de contradicción cada vez importan menos. Has logrado cambiar lo que fue y hoy sentir arder de frío es más fácil que llorarte o estimarte. Hoy, estar sin ti es estar en la mejor compañía.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Siempre. Siempre tú.

Cuando tengo miedo siento frío. Qué difícil se hace escribirte cuando siento que cada palabra puede marcarnos de algún modo para siempre. Todas las sensaciones se complican aún más cuando no consigo descifrar lo que esconderá tu voz. Llevo tanto sin coger tus manos. Tanto sin respirar aquellos silencios que me inspiraban a vivir sin límites toda la ilusión. Tu compañía y tu ánimo como una sombra enérgica y honesta que sutilmente me acariciaba y con el amor más dulce... con sólo mirar hacía donde tú estabas... a mi lado, podía concienciarme de que cada día aprendería un poco más y libraría cualquier conflicto... porque, me dabas tantas fuerzas por tan poco a cambio. En cambio... ahora ya no se quién vive en mi. No encuentro ningún camino que me inspire confianza, o la templanza necesaria para abordarlo sabiendo que tu no estás al final del mismo. Y ahora que no estamos más, todo parece vano. Y la vida así no me contagia nada que no sea inerte. No me carga de sueños ni de metas. Tus brazos que tanto podían abarcar. Ojos soñadores que iluminaron mi mundo. Y que hoy me dejaron a ciegas. Imborrable tinta de todas las palabras con las que impregnabas hojas caídas en cualquier estación mejor que todas, en las que vivo sin ti. El recuerdo más fuerte eres tú. La imagen más viva en mi mente es contigo. Y en el deseo más inmenso que jamás volveré a sentir, estabas tú. Recordarás siempre, al igual que yo, aquella noche... apoyada mi espalda en tu pecho, sobre aquel tejado y mirando un cielo que se despreocupó porque allí no había razones para no ser felices. Y sin embargo... Todo eso hoy no son más que lágrimas empañadas de dos amores que siguen sus vidas paralelas a lo que fueron. Sin olvidar que siempre. Siempre tendrán en si mismos su particular debilidad. Corazones sin arreglo, desmontados por tanto sentimiento amontonado. Y aunque hoy no tengamos el equilibrio necesario para llegar hasta el otro extremo... Nuestra historia. No acaba. No mientras mi lugar más seguro sea entre tus brazos.

Todos los días

El día en que se terminen todas las promesas. El día en que todas las sonrisas que expresas desaparezcan porque sea demasiado evidente que te son irreconocibles y que nunca te pertenecieron realmente. Me paraliza pensar en el día en que la magia deja ya de ser corriente. El día en que mis ojos puedan abrirse para ver más allá de todos esos vientos que no he podido sentir. Todos los placeres que nunca sabré disfrutar. Y poder así colocarme lo más cerca posible del riesgo de todo lo que conlleva vivir porque así. Ahora. No vivo. Destrozar papeles escritos en otras vidas. Papel protagonista para quién hoy es un fantasma desconocido que vive engañando a sus días para que pasen más rápido o más despacio según le viene en gana. Las energías no pueden renovarse cuando no hay espacio ni movimiento para efectuar ningún cometido. Cuando la palabra acción pierde su significado y se aleja para interponerse un cristal demasiado opaco. Ojos que no ven corazón que grita por todo lo perdido. Baja al mundo. Inventa señales para que localicen tu alma vagabunda en ninguna parte. Cuando no hay más salida que salir. Posponer el día. Endurecer el gesto. Estrategias fallidas para quién perdió la cabeza a base de recuerdos. Deja aquí tu corazón para afrontar todos los días.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Rencor

Acostumbrada a enfrentar palabras, argumentos y demás armas contra frentes distintos e interminables. Te sorprenderá... llegado el momento... de que, ya no puede existir más rencor. Volver una y otra vez a un pasado reminiscente se vuelve a su vez innecesario y vacío. Reprochar desde un mismo origen. Retroceder hacia mentiras más o menos locuaces... que ya te provocaron cicatrices, que ahora, y en muchas más ocasiones, no deberían dañarte por sí mismas. Sin embargo, el empeño en rasgar hasta encontrarlas... La constante persecución de hacerlas visibles... Sólo son habituales autocastigos. Daño infligido a tu Yo desconocida, a tu Yo oculta. Vitales momentos de lucidez. Calma y Equilibrio. Te devolverán la esencia. Y sólo de éste modo... El aroma del Mar, la calidez del Sol, cualquier perspectiva del Cielo... y cada paso que des, no será en vano. Sujeta tu seguridad. No permitas, bajo ningún concepto, que se vea deteriorada. Ahora. No importa el lugar. No importa el tiempo. Ni la situación. Eres tú. Huele el Mar. Siente el Sol. Respira. Recarga cada uno de tus sentidos. Disfruta de haber olvidado los daños colaterales e incluso los directos de un rencor que no te pertenecerá más.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Flah

Cielo azul impecable. Sonríes y brillas de forma infinita mientras coges sus manos. Gestos que conocí y miradas secretas que fueron mías. Toca el cielo para ella. Cuida sus deseos. Ciega su luz experta en atender tu deseo reforzado por todo lo que yo no pude o no supe hacer... y hasta lo que nunca estuvo en mi mano. Yo. Traficante de sentimientos. He sido descubierta y condenada. Ante ti un escenario lleno de flores y estrellas fugaces que cumplen cada anhelo que puedes permitirte. Y ahora que me perderé en tus recuerdos... leve flash de dos manos cogidas en una ciudad que ambos abandonamos. Muerto el momento. Ya no pensamos más el uno en el otro. En lo que fue. O en lo que pudo haber sido ahora.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Invencibles

Yo quiero estar sólo en la primera fila de tu corazón. Vivir cada cambio por sutil que sea. Y conocer cada rincón en que se escondan temores, dudas o preocupaciones. Tener las herramientas necesarias para hacerles frente. Y aunque el amor es cosa de dos tenemos tantos frentes abiertos. Y ahora que al fin se el por qué de todas tus lágrimas tatuadas, estar cerca de ti para ser tu fiel compañera en todo lo que nos depara la vida, es más grandioso. Hoy, no vamos a hablar de mis batallas ni de mis heridas de guerra. Trato de escucharte atenta. Abrazo tu cielo. Repaso los remiendos de todas tus cicatrices. Después de estar más cerca de tu dolor. Después de respirar todo aquello que viviste a través de tus susurros. Me siento bendecida por ser capaz de asimilarlo; Por acariciar tus ojos azules y acostumbrarme a tu candor, a tu dulzura y a la humanidad que te lleva a no romper del todo con aquello que te hacía tanto mal y que hoy lo sigue intentando; siendo su estado de desarme. Y por más batalla que presente... Hoy somos invencibles. Unidos por y para nosotros.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Permanecer perdidos

La última vez que me dijo que me amaba estaba segura de que lo más sensato sería no volver a verle. Evité mirar sus ojos que un día fueron espejos para mi alma y; Obligué a mi corazón a pararse en seco y evitar sentir un amor tan problemático. Condenado al fracaso. Desde siempre. Situaciones tan dispares... Escenarios oscuros y repletos de dilemas. Tu en mí. Para siempre. Estemos dónde estemos. Ya sea lejos de quiénes fuimos. Fuga de sentimientos. Alma estancada mirando fijamente hacia una ilusión que permanece en un "todo lo que pudo haber sido". Nadar en aguas calmas nunca hubiese sido posible a tu lado. Amargo pesar. Y ahora, son inciertos todos los amaneceres que suceden sin ti. Noches en que dejaron de acercarse las estrellas para brillar con más fuerza. Todo el fuego que nos hizo arder, donde quiera que yo camino cargo con las cenizas de nuestro fracaso. Lecciones de amor para quiénes ya ni sienten ni padecen. Quiénes se piensan de modo infinito. Y para siempre. Así te siento. Te escucho. Te miro. Y te pienso desde lo más profundo en mí; Por conocer cada detalle, cada reacción y mis respuestas a todos los estímulos del amplio abanico de posibilidades de un mundo tan feroz. Te amo sin deber hacerlo. Sin poder hacerlo. Lejos de ti y de nosotros. Imagino como estarán hoy tus ojos; Por quién lloras y como reaccionas ante mi ausencia y ante todas nuestras promesas que quedaron en mitad de un camino del que ambos nos hemos salido quedando descarriados para permanecer perdidos.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Comenzar de nuevo

Traza tu raya perfecta en ambos párpados de unos ojos que han visto demasiado dolor. Cepilla tu pelo y recógelo de cualquier forma pero retíralo de tu cara. Sujeta el lavabo para sentirte firme frente al espejo. Ese que te ha visto de cualquier modo. Bajo toda condición de estados de ánimo. Las maletas están preparadas desde hace tanto tiempo que sientes la forma en que tienes que hacerlo como un esquema que has instalado en tu mente. No estás muy segura de lo que has cogido y lo que has dejado. Ni de lo que te servirá de aquí en adelante o lo que abandonarás y luego estimarás. Pero eso ahora no importa. Es tan oscura la noche y el silencio tan ensordecedor que cualquier atisbo de luz o de leve sonido se convierte en una señal para ti. Y asiendo fuerte el asa de tu maleta descubres que todo lo que sentías tener de valor cabe en ella. Así de triste. Pero aún más conocer de primera mano que eso que considerabas de valor ya no lo tiene o nunca lo tuvo. Así que cargas con una maleta y ante un destino incierto. Dejando un presente a medias, con vistas a incluir el ahora en un nuevo pasado doloroso para descifrar un futuro inmediato lleno de silencios y nuevos comienzos. Y no hay nada más difícil y que aterrorice más que comenzar de nuevo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

El alma no responde

Leve. Sutil. Tanto como la vida de la llama en una cerilla. Pierde de vista un silencio que es interrumpido por el zumbido de mil abejas... y ahora ocupa cada rincón de tu mente. Y no hay escapatoria. Cuando las lágrimas ya se han congelado. El alma no responde. No hay estímulo capaz de reanimar el brillo en tus ojos que mueren vacíos y olvidan hasta cómo ver las cosas desde un mejor ángulo. Y hasta la mejor opción desaparece frente a ti. Cualquier ángel puede sentarse a tu lado a preguntar qué ves. Qué quieres ver o qué quieres sentir. Pero no habrá nada... Así. tu corazón se acartona. Raspa. Recela desconfiado. Puedes pasear por todas las calles. Vacías... Y sentirte sola. Tus piernas te llevan. Te sujetan. Te afianzan al suelo que se quiebra ante cada paso. No hay destino. Ni descanso. No hay tiempo para pensar. No hay tiempo para soñar. Las emociones quedan fuera. Te esperarán ahí. Para cuando regreses. Mientras tanto permanece en ti el zumbido. Y hagas lo que hagas. Todo estará condicionado. Cada palabra, cada gesto... llegará el momento en que tu límite sea infranqueable y necesites dedicarte un momento a conocer en qué dirección vas a dirigirte para darte una nueva oportunidad... para desahogar tu corazón y poner tu contador emocional a cero.

martes, 24 de noviembre de 2015

Sintonía entre tú y nada más.

El olor más húmedo. Luces sin intensidad. Y una fina lluvia que se clava en cada recoveco de alguien que se abandonó a su suerte. Sintiéndose más cerca de todo lo que la alejaba. Y más lejos de su propia cercanía. Ojos inundados. Cuando todo es tan efímero e inservible. Dolor en la lengua por todas esas palabras... o voces que dejas atrás. Sintonía entre tú y nada más. Torna todas tus respuestas para que queden vacías. Reflejos que te preguntan quién vas a ser y acabas asimilando que cuando te comprometiste con todo, cuando iniciaste el camino a acostumbrarte y prometiste no romperte ni salirte del guión eras diferente a quién eres hoy.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Jaulas doradas

Para cuando suceda quizás ya sea demasiado tarde. Y tal vez... la única sensación que sientas sea un trago amargo que quema lentamente tu interior. Inquebrantable... como la certeza de que todo lo que está pasando carece de razón alguna. Es más que un sentimiento. Pero sin más alas. Sin credibilidad y sin apoyo. Me cuesta contarte nada. Temblor como realidad constante. Los reproches sustituyen a las palabras dulces. Jaulas doradas para quién ahora desconoce su ser. Y no se atreve a buscarlo. Sin retorno. Tu aliento nunca volverá a ser cálido. Tus manos ya no pueden mover el mundo. Y hasta las estrellas huyen de tu mirada, siempre enojada, o acaso desinteresada. Tu tacto... tu aroma... irreconocibles. Palabras escritas en papel mojado, que nunca voy a gritarte... ni a exigirte. Profundo en ti... Mi olvido... Desde Hoy.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Todo estará bien

Todo estará bien hasta que deje de estarlo. Cuando un escalofrío tan intenso se instale en ti, de tal forma que tus movimientos se vean ralentizados. Las sensaciones van a ser tan superfluas que el dolor se hace apenas visible, o demasiado corriente. Y te acostumbras al mismo estado de embriaguez mental. Mueve los hilos que te mantienen atada. Marioneta que dejó tras esta inmensa cortina de humo todo lo que fue. Continuo deterioro. Cada vez menos sutil. Dejando unas secuelas que van tomando forma y un lugar definido ya irreversibles en ti. Todas las palabras son de tinta frágil y vuelan tan alto que se olvidan demasiado pronto. Sin tener en cuenta las circunstancias en que se escribieron. Olvidaste como permanecer erguida. Como sostenerte en la penumbra más absoluta. Y el cansancio se apoderó de ti. Todas esas miradas hacia horizontes dudosos y las esperas eternas por un cariño que imaginaste como la única opción para oxigenarte solamente es capaz de ahogarte. Todas las oportunidades que concedes a este amor tan remoto son todas las oportunidades que te estás negando a ti.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Un infierno de flores

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el límite de aguante que tiene un corazón que ya se tambaleaba por todos los daños que acumula? Estás en ese preciso momento dónde todo lo que sujetas, todo lo que puedes mantener en tus manos... Va a desvanecerse. Tarde o temprano. No te importa cuando, si has perdido la noción del tiempo. Si al soplar el aire de mil formas distintas sólo tu puedes apreciar el movimiento de pelo. No hay ojos que brillen cuando te miran. Nadie respira el aroma de ese cabello que se mece ante la fuerza insistente de un viento que no es capaz de despertarte de un sueño que no termina. Siempre insistentes quejas de quién agranda cada día un poco más un agujero en su alma. No estarás preparada para asumir un dolor que desconoces, que no sientes propio y del que te sigues escandalizando cuando todos se inmunizaron. Una vez que entiendes la dimensión del problema. Rezas por todo menos por ti. Vislumbras la fuerza que entrañan algunas palabras. La imposibilidad de hacer nada ante lo que ya sucedió. El camino más difícil. Perdidos allá en un punto insalvable, dónde las muestras de cariño anticipan más reproches... más desprecio... más vacío. De forma que aquellos que dijeron que lo que no te mata te hace más fuerte... olvidaron contarte cómo hacerlo. Cómo sobrevivir a este infierno de flores, dónde ninguno encuentra el momento de escapar con un miedo que se instala en ti para advertirte que en cualquier momento puedes sucumbir y apreciar de forma real las heridas de ese corazón que late por inercia.

Involucrarse

Involucrarse entraña una inmensa dificultad. Hacerlo en el amor es una acción repleta de obstáculos. Las emociones son más tensas. El tiempo discurre de forma diferente. Lo soportable estremece. Los sentidos se agudizan. La serenidad aparece de forma más espaciada. Y es en ese momento, en que dudas si el amor está sobrevalorado admites que te equivocas por culpar al amor. Involucrarse no es lo difícil. Es sólo algo aparente. El hecho de involucrarse debe ser mutuo para que cobre sentido. Es parecido al acto de sonreír. Necesita una respuesta… o a falta de ella, al menos… paralizar tu conciencia por un momento. Dar alas a tu interior. Necesidad de tacto. Búsqueda de una segunda opinión a través de un abrazo. Simple apoyo. Y así encontrar sonrisas que pueden colmarte de flores. Sinceridad para afrontar. Para enfrentar. Para estar en calma y sentir que no es un error esquivo. Unas manos que cubran tus temores. Sin ninguna duda, será la mejor forma de pensar que involucrarse ha valido la pena.​​


lunes, 9 de noviembre de 2015

Luces en el camino

Ahora es el límite que tienes para llegar a una conclusión. Es ahora o nunca. Ya no cuentas con tu instinto. Aquí tu experiencia no tiene utilidad. Acontecen más cosas de las que estás dispuesta a superar. El riesgo siempre será inmenso. No tendrás aseguradas las luces en el camino.
Todavía no has tocado fondo.
Y la música que siempre tendrás en tu mente no te indica otra cosa que la que vislumbras desde hace tanto tiempo... por lo que, romper con todo y salir de éste humo que te asfixia es la prioridad que te tiene atada de pies y manos. Sin cadenas. ¿Todavía no has tocado fondo? La vida no va a esperar eternamente y el silencio dejó de ser una respuesta con la que avanzar segura. ¿Cuantas cosas que suceden necesitas ver a tu alrededor para que notes que todo dejó de sucederte a ti? Y mientras arrancas páginas de un calendario que vive en paralelo a ti ten por seguro que a pesar de las múltiples consultas que realices a cualquier brújula, el horizonte se dibuja cada vez con más resplandor para dejar atrás este presente retorcido.


sábado, 7 de noviembre de 2015

Cuatro segundos




Cuenta cuatro segundos. Uno. Dos. Tres.Cuatro. Es la duración del trayecto que recorre una lágrima.

Uno.

Tu cuerpo te alerta. Teme. Reacciona. Muestra sus señales. Y es capaz de anticiparse a ti. No es sólo un signo de debilidad. Es el instante en el que sientes verdaderamente qué significa la honestidad. Vulnerable a mil sensaciones y sentimientos perdidos… y también encontrados…

A ciencia cierta, es complicado que una vez que las lágrimas nacen… se detengan. A pesar de los obstáculos, los abrazos, palabras hirientes o de consuelo… a pesar de las personas. Y, sin tener en cuenta el lugar y el momento.

El peso de su fuerza no viene determinado. Agua. Sal. Recuerdos. Experiencias. Un poco de ti. Un poco de tu persona… Y de quienes te han ayudado a componer tu puzzle interno.​
Siguen el mismo proceso fisiológico. Pero nunca es igual. No existen lágrimas idénticas… Y, aunque acuden todas a una a voz secreta… inundan tos ojos formando un llanto indivisible. Y están unidas con un fin.

Proteger.Comprender. Revivir…eso que acabas de imaginar. Siempre que necesitas despedirte…un tiempo… o para siempre… Y, hasta cuando te prometes ser feliz.

Dos.

La angustia es efímera. La voz quiebra. Y las emociones se hacen palpables. Es el momento único en que te permites recordar. Viajar al pasado. Valorar el presente. Justificar tus vivencias. Y, mostrarte expectante con mil ideas sobre tu incierto futuro… Ajustar cuentas con tu trayectoria. Explorar el camino… e incluso estudiar por qué abandonaste otras alternativas. Pero… suceden entonces… durante el segundo tres… sensaciones contradictorias… orgullo y vergüenza… miedo y seguridad… felicidad y tristeza… como dos perfiles que conforman una misma cara. O dos manos enlazadas. Que ya no se extrañan de caminar unidas.

Cuatro.​

Miras al cielo… y desde aquí tienes dos opciones… recobrar la calma, respirar y ser capaz de recuperar la mirada perdida y fija en un punto muerto… buscar tu serenidad y armarte ante lo que te agota… te debilita… o, en cambio… y siempre prefiero ésta… sonreír, limpiar tus lágrimas… dedicar unos segundos a reconocerte… sentir todo lo que te hace tal y como eres. Reconocerte en lo bueno, en lo malo. Y disfrutar de ti. Y en ocasiones… disfrutar de esos cuatro segundos de cada lágrima… porque… en definitiva… llorar es parte de nosotros… como señal de alarma… como reacción física a las emociones que tiene la vida. Señal intensa de que vivimos… y además significa que quedarán miles de cosas que nos sorprenderán y serán capaces de hacernos llorar de emoción.​


jueves, 5 de noviembre de 2015

Arranco


Leva anclas... Despega... Arranca...
O cualquier otro modo de encaminarte dentro de una nueva línea vacía de la página en blanco que quieres empezar.
Una nueva forma de afrontar sentimientos que te son de sobra conocidos.
Desde cada ángulo posible.
Hasta en los rincones más inhóspitos.
Dónde no alcanzan ecos de voces que reprochan de forma constante tu modo más consciente de actuar. Allí... donde la condescendencia no sea necesaria.
Y a partir de aquí puedes recordarte si es que lo has olvidado... por qué quieres intentarlo.
Empieza a verlo... porque a tu alrededor todo está desolado. Insalvable. No queda posibilidad de rescate. Las oportunidades se van difuminando hasta dejarte inmóvil en un punto estático... en el que puedes olvidar cada nombre... cada palabra y cada frase pronunciada pero que jamás podrás borrar de qué labios salieron. De todos modos será un recuerdo infinito que jamás volverá a suceder. No queda otra que asimilar que de cara al amor intentarlo no fue suficiente... Comprenderte no fue posible y darnos la posibilidad de una estabilidad honesta y real se hizo insoportable.
En los niveles más altos de resquemor y agonía.
Cuando la llama de lo que fue se está apagando.
No hay rescoldos para más fuegos. Ni lugar para más heridas quemadas a hierro.
Iré donde no estarás.
Iré donde no serás.
Me elevo... Despego... Y arranco...





martes, 3 de noviembre de 2015

Eres

Palabras atrancadas. Oxidadas bisagras de un corazón que late a trompicones.
Respiración confusa. Nerviosa. La angustia cubre cada recoveco indefenso que existe en ti. Por más que hayas andado. Todo lo recorrido. Con todo lo acontecido. Eres hoy libre de logros, de méritos. Eterna inseguridad que te instiga a sentir pesar.
La mirada es la misma.
Nunca aprendiste a sonreír en las fotografías. Y aunque te lo pidan... No sabes hacerlo.
Pupilas de inmenso vacío.
Gesto opaco de quien no quiere dejarse ver. Para no ser atormentada. Porque hace mucho ya sintió todo el frío que conlleva sentirse aniquilada.
Todo lo que parece ser... es mentira. Y todo lo real, lo honesto... Es invisible. O imposible fuera de ti. Así. Tu no eres. Tu no estás. Y no puedes.
Los sueños son la espuma de un mar que no perdona. Rabia inmóvil. Atemporal. Caduca. Porque no es momento de prestar atención a un pasado que no olvida.
Ojos vivos. Observan cada detalle. Meciendo el suave quiebro de las voces que no oirás más.
Para respirar hoy tuviste que morir de alguna forma ayer. Mil flores para un duelo que nunca tuviste tiempo de llorar a fondo. Así. No te extraña que tu memoria sea fugaz. Que tus recuerdos sean mínimos y frágiles y que a veces, el pasado real sea para ti ajeno y desconocido. Cuando debiste vivirlo no eras. No estabas. No podías.
Floreces en un presente acogedor y brillante. Debajo tus raíces atestiguan tu origen. Cicatrizan por cada segundo de injusticia... de dolor consentido y desprecio generalizado.
Brotes Verdes. Esperanza. Ante quien siempre has sido y eres hoy. Acomoda tu mejor postura para entender que al fin eres. Estas. Y puedes. Aunque te costará aprender a sonreír para los demás. Comienza a sonreírte a ti. Y lo habrás logrado.​


viernes, 30 de octubre de 2015

A un solo paso.

Ahora es el mejor momento.
No es necesario pensar. No es preciso reflexionar.
Porque... es evidente que sólo depende de mi.
Y estar frente a ti... sólo me llevaría un segundo.
Un instante eterno... que he imaginado miles de veces de incontables formas distintas.
Tu. Infinito en mí.
Por fin podrías volver a ver mis ojos.
Descifrar así todo lo que necesitamos contarnos.
Todo lo que nos estamos ocultando.
Todo lo que aún no sabes. Y lo que nunca más sabrás.
Tocar tus manos para que entiendas... para que comprendas o únicamente intuyas... que, siempre te he necesitado... que siempre te siento. Y te llevo dentro de mí.
Buscar tu sonrisa. Tu rostro sereno. Hasta el gesto más severo.
Y, convencerme totalmente de que no se trata de un mero escalofrío sino... de todo el amor que ya un día contigo encontré.
A un solo paso. Siempre sabré de qué forma encontrarte.
Siempre conoceré de qué forma puedo llegar a amarte...
Y, del modo tan intenso en el que ahora me conformo...
Te anhelo.
Te extraño.
Y me engaño para sobrevivir sin ti.
A un solo paso... A un solo gesto.
A un solo cambio para caminar junto a ti.
Para encontrar sentido a todo lo que perdió la lógica... la importancia...
Todo lo que ahora me resulta inherente a mi. Opuesto y confuso.
A un solo paso de romper este equilibrio malogrado. Roto y desesperado.
A un solo paso de no volver a llorar por un final que aún desconozco.
A un solo paso de olvidarme de esta calma plástica. Artificial... que sólo maquilla mi realidad salvaje.
Si más riendas.
A un solo paso.


martes, 27 de octubre de 2015

No es suficiente.

¿Por qué tienes sueños? ¿Por qué te propones metas? ¿Por qué sigues sintiendo la necesidad de plantearte expectativas? Hay una línea marcada. Crece una frontera ante ti que no te permite ver que habrá al sobrepasarla... Y sólo entonces, descubres que estás muerta de miedo porque no te atreves a esperar nada de la vida. Aunque no careces de ilusiones... sientes que ninguna de ellas van a ser para ti. No habrá acontecimientos felices. Tus ojos no brillaran con las lágrimas que brotarán al cumplir alguno de tus sueños. Quedará en fantasía. No hay posibilidad.
Estas cansada de escuchar una y otra vez que ahora no es el momento... Te sientes débil cuando no eres capaz de reaccionar ante oídos sordos que no van a esperarte. No va a sentarse contigo a escuchar qué necesitas o qué te hace feliz. Lo que te entristece... lo que va transcurriendo... lo que te hace morir cada día un poco más... pasa desapercibido. O es más fácil hacerlo invisible. Y en modo alguno... sabes... a ciencia cierta... que tú también mereces todo lo bueno que te debe reservar la vida. Que tu también mereces el reflejo de miles de luces de velas, incontables sonrisas y momentos de emoción infinita en los que sientas de forma real la magia de todas esas escenas que estás acostumbrada a ver en los demás y que esperas cada día con una actitud más cabizbaja. Y es imposible decir más alto... más fuerte... o con más claridad que no quiero quedarme aquí. Siendo nada. Porque lo que tu me propones. Lo que tu anhelas para nosotros. Para mi no es suficiente.


lunes, 26 de octubre de 2015

Zona de peligro

No va a ser fácil esconder mi rostro.
Calmar toda la angustia que me ahoga.
Y escapar de la zona de peligro en la que constantemente me encuentro.
Y acto tras acto... Obsoletos movimientos que no me alejan del pesimismo... Ni de este abismo mal enfocado.
A punto de quebrarme. A punto de deslizarme y caer.
Ahora, es imposible salvar cada obstáculo.
Lo vital muere por momentos.
Las sombras se alargan y apagan cada luz que brota en mi interior.
A oscuras... Torpe... Inquieta... Asustada... Inestable.
La ironía se convierte en un arma afilada... y ahora es más fácil sangrar... De nuevo.
Volver a sentencias circunstanciales.
Y no encontrar soluciones.
No esperar.
Olvidarse de buscar y terminar de comenzar.
Sólo con un objetivo concreto...
Remarcar en mí... y en cada paso de mi trayectoria, que ya no hay más fuerzas.
Hoy... soy consciente de que no quiero ofensivas. Ni más defensas.
Hoy perdí todas las batallas.


jueves, 22 de octubre de 2015

Veinte silencios

Veinte Silencios.
Para cuando no corra más aire. Y el temor no se refleje más en ninguna parte.
Todo el empeño que has puesto no mereció expresión alguna.
Sin sonrisas a la vista. Todo parece más oscuro que de costumbre... O la costumbre está empañada por tanto llanto desesperado... que dejó de tener un significado real.
Para cuando el alma está tan dañada. Tan arañada. Que no habrá excusas posibles. Ni honestas.
Recobrar el sentido se volvió la tarea más complicada.
Cuando el mundo muere a tu paso. Y alzar la vista es peligroso. Porque seguramente cada vez queda menos en lo que creer o en lo que confiar.
Así de vacía. Así de exasperada.
Nada más a lo que aferrarte.
Aquí... el Sol nunca quemará lo suficiente.
¿De qué están hechas las cuerdas que sujetan tu corazón?
¿ Y dónde se esconden tus ojos... que ya no responden a nada?
Veinte silencios que dijeron todo lo que nunca te atreverás a decir.
Veinte silencios que ensordecen la locura más exagerada.
Veinte silencios para ti...
Dolorosos. Porque mereces más.
¿Cuántos silencios más puedes aguantar?​


lunes, 19 de octubre de 2015

Hoy es mejor...

No vas a pedir perdón.
No vas a temblar y a esconder tus alas.
Rezagada a un rechazo evidente.
Enfrentada a una realidad palpable en la que estás señalada… Bajo la mira de un escrutinio acusador constante.
Sin más armas. Vulnerable y Herida.
Asustada.
Sin más argumentos. Sin más excusas.
Infravalorada.​
Aún más.
No vas a poder liberarte de este dolor.
Volverá a ti… Constante… Continuo… Infinito.
Incapaz para esquivar los golpes.
Sólo así tu alma te abandona por un momento.
El silencio se hace imposible.
Y las voces que más gritan… se esconden en tu interior.
Hoy será mejor no encontrar sentido a nada.
Hoy… es mejor no decir.
Hoy… es mejor que no suceda más.
Hoy… es mejor que pase o que no pase nada.
No buscar explicaciones.
No pronunciar más palabras.
Y el silencio… incómodo pero único lugar seguro.


.​

viernes, 16 de octubre de 2015

La fragilidad de mi alma

Solamente tú conseguías iluminar mi mundo cuando me sonreías.
Cada instante de serenidad en que respirábamos un amor profundo y enraizado.
Un amor completo. Constante... Y absoluto.
Hoy. Te deslizas entre mis manos como un polvo de estrellas que se desvanece.
No consigo verte.
Más lejos que la libertad.
Hoy. Tengo miedo a encontrar cada huella que pisamos. Cada camino que atravesamos y cada sentimiento que dejamos a medias. Vestigios de un amor que nunca acabará del todo.
Siento que cada centímetro de tu anatomía conjugan perfectamente con mi ser. Cada detalle de tu interior es exactamente capaz de recrear toda la magia... infinita... capaz de hacerme sentir como sólo tú puedes hacerlo.
Hoy. Vuelvo a sentirte. Eterno. . Porque solo tú sabes anticiparte a mis actos... solo tú conoces la fragilidad de mi alma... y de mi secreta vulnerabilidad...
Para mi... Consciente de que no estamos aquí más.
Eres tú. Hoy....
Eres tú. Siempre.


jueves, 15 de octubre de 2015

Todos los muros que nos separan


Quiebra cada instante en que comienza a brillar tu sonrisa.
Desde ahora...No vas a permitirte ser feliz.
Rompe cada intento en el que destacas...
Procura la adaptación... La conservación.... La lógica y la humildad radiante y publicitaria.
Sujeta cada crítica, cada comentario, cada juicio de valor... Todas las insinuaciones...
Perfecciona un rostro con una sonrisa singular. Siempre la misma. Sonríe hasta que duela.
Suma todos los pasos en falso.
Vuelve a repasar una y otra vez los posibles errores que te atribuyes a ti misma...
Cada lugar en el que jamás serás tú...
Exigencias. Control. Pausa. Desprecio.Malestar.
Así es el equilibrio que no comprendes.
Así. Atrapada. En un silencio incandescente.
Herida y desconfiada.
El mundo...Yo... Y todos los muros que nos separan.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Luces en el camino

Ahora es el límite que tienes para llegar a una conclusión. Es ahora o nunca. Ya no cuentas con tu instinto. Aquí tu experiencia no tiene utilidad. Acontecen más cosas de las que estás dispuesta a superar. El riesgo siempre será inmenso. No tendrás aseguradas las luces en el camino.
Todavía no has tocado fondo.
Y la música que siempre tendrás en tu mente no te indica otra cosa que la que vislumbras desde hace tanto tiempo... por lo que, romper con todo y salir de éste humo que te asfixia es la prioridad que te tiene atada de pies y manos. Sin cadenas. ¿Todavía no has tocado fondo? La vida no va a esperar eternamente y el silencio dejó de ser una respuesta con la que avanzar segura. ¿Cuantas cosas que suceden necesitas ver a tu alrededor para que notes que todo dejó de sucederte a ti? Y mientras arrancas páginas de un calendario que vive en paralelo a ti ten por seguro que a pesar de las múltiples consultas que realices a cualquier brújula, el horizonte se dibuja cada vez con más resplandor para dejar atrás este presente retorcido.

Exámenes de conciencia

Es obligatorio pararse a reflexionar.
Aceptar que está sucediendo algo totalmente contrario a lo que tenías previsto. 
Algo... para lo que quizás no te habías planteado estar preparada.
Y... ya sea en la cima de un precipicio o en el pie de la montaña más gigante que hayas conocido... tienes la certeza de que agotaste todas tus reservas para afrontarlo.
Se dice que en este punto has perdido toda esperanza.
Te desesperas y te vuelves irascible, desconfiada y desconocida.
Te angustias. Y vuelve la innecesaria ansiedad. Que te obliga a verte más débil... que consigue que sientas que no eres adecuada para tu empeño.
Y es sólo entonces... cuando más perdida estás... tu persona abre sus brazos y reconoces que, en ocasiones... necesitas su consuelo... su aliento sobre ti. Su calor.
A partir de aquí.. sólo te queda decidir. Puedes... quedarte con la opinión ajena, creer a pies juntillas que todo lo que se dice sobre ti es cierto. O... en cambio... puedes elegir desprenderte de esos juicios, evaluaciones y exámenes de conciencia que te hacen desde el más profundo desconocimiento...
Y será lo más sensato... Cuando te admites de nuevo con todo tu valor... comprendes que sus márgenes de errores... son infinitos.

Dedicaré un sólo segundo de una infinita noche a destapar lo oculto dentro… en lo más profundo de un alma que me cuesta reconocer.
Volveré a intuir que no soy capaz de ocupar mi mente con detalles ajenos a ti… y decorar mi vida paralela… creada para desprenderme de tu esencia.
Recuerdos vivos. Como hojas de otoño muertas… que rodean cualquier circunstancia… cualquier instante… y lo revive con tu presencia aunque sin ti.
Desprenderme de los aromas y los sonidos que te pertenecen. Y caminar… Sin sostenerme en tus brazos, sin sujetar tu mano y en la oscuridad que antes iluminaban tus ojos.
Para mí. Serás tú. Único sobreviviente.
Y así. Sobrevives sin más.
Sin preguntas.
Con todas las respuestas.​
Ahora, cerraré los ojos. Terminas por hoy. Mañana. Volveré a pensarte.​

martes, 13 de octubre de 2015

El amor... cuando es mentira



Siento eterno el leve zumbido... similar al batir de unas alas de mariposa. Girando sin parar. Sin alivio. Sin respiro.
De tristeza infinita. A la que no escapa.
Y rompe el silencio. Rompe el sonido.
Levanta el alma. 
Y vuelve a caminar.
Porque hoy se quedó sin lágrimas.
Porque hoy derramó su tristeza ignorada.
El amor. Cuando es mentira.
Cierra los ojos para no ver el desastre.
Evita sonreír porque duele en lo más profundo.
Corre del cielo porque observa cada pérdida, cada error, cada delirio absurdo de la muñeca con cuerda en la que te has convertido.
Vuelve a dar la espalda. Tapa tus oídos. Ignora. Sal corriendo.
Porque las lágrimas pierden todo valor cuando se hacen habituales.
Y hoy. Amor. Eres mentira.​

Mi mundo sin ti



Aroma de un café que no llegará más. De un recuerdo que se termina. Una memoria que ha dejado olvidada tu presencia infinita y todo lo que significó para mi. Hoy sin ti. Vuelvo atrás por un instante. Sin más método que el recuento impropio de mil sensaciones que me dejan un sabor agridulce. Tu olor vuelve. Efímero. Extraño. Y ahora, más que nunca, se que jamás volveré a ti. Y... será imposible disolver cada instante que quema mi retina. Tiemblan mis manos y cada centímetro de mi piel se estremece por el eco de tu voz. Arrastra cada detalle, singular viaje que me aleja de ti y no hay vuelta atrás.
Cuanto más duro se hace pensar en ti... indescriptible sentimiento que queda encerrado. Secreto.
Para descubrir un mundo sin ti. Transcurre y no sucede nada.
Sin ti. Incapaz para olvidarte.
Intentaré esconder los recortes de un pasado que quedó contigo... siendo consciente de que cuando comencé a olvidarte comprendí que iniciaba un enfrentamiento para siempre conmigo misma.​