jueves, 31 de diciembre de 2015

Princesas

Esta invitación está concebida únicamente para que la leas y releas todas las veces que necesites o estimes oportuno, pero sólo podrás hacerlo del mejor modo... si al fin conoces el motivo de por qué no vas a permitirte parar de sonreír. Puede ser ese momento en que todo el peso que no te dejaba avanzar parezca hoy tan ligero e insignificante. Todo aquello que en muchos momentos te entristeció hoy no es más que una broma amarga y todos los nubarrones se dispersan tan fácilmente que sonríes divertida e incrédula. Todo el dolor encerrado en un flash que se cruza contigo y se hace el desconocido. Tanto perdido y dedicado a afrontar cualquier lucha abierta y hoy todas las flechas que te alcanzan no duelen, ni dañan. Y sobran los escudos. Siendo así, mejor cambiar tu vestido de la princesa que espera de él, la delicadeza y el apoyo de un amor incondicional. Con el peso de una corona y mil flores expectantes, como testigos del momento tan emotivo en que ese caballero al fin quiere entregarte su amor para siempre y sellarlo con un anillo, símbolo del compromiso más eterno. Pluma, papel y corazón. Para escribir que hoy me caso. Con mi felicidad. Y dejo la corona para quién necesite encerrarse a deshojar margaritas. A la espera de un príncipe. O lo que sea.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Sola

Algunos días pierden todo su significado, toda su esencia. Lo especial que deberían ser. Un Diciembre en el que aún no se instaló el frío y una Navidad más donde vuelvo a estar sin ti. De ti, solo vacío. La incertidumbre que nos separa. Todo el hastío que nos enrarece. Todos estos delirios que hoy nos suceden y nos enloquecen. Y por más que pienso en resolver todos nuestros dilemas, la pendiente cada vez es más elevada. Tanto esfuerzo que ya nos imposibilita. Tanto y tanto a pesar de ti. Tengo que encontrarte a ti. Diciembre sin frío. Frío que se esconde aquí adentro. En mi corazón. Sin escapatoria. Encerrando un dolor que ya no esconde sorpresas, ni decepción; Solo malestar, por entregar un alma a quién nunca revela nada de sí y aparece siempre oscuro. Perfil de un secuestrador de todas las palabras que nos faltan por decirnos. Siendo aún más cobarde. Y esta realidad nos abrasa. Y no habrá frío que pueda evitarnos el dolor de todas las quemaduras que nos hemos producido. Hoy. La distancia que existe entre nuestros corazones es mayor. Pronto tus ojos oscurecen los cielos y alejan todo signo de alegría o belleza. Y hoy, amor eres cruel. Y cuando pase, mañana, otro día y tantos otros... las cicatrices de nuestros rescoldos, de todo lo que ardió... permanecerán. Llegará el frío más peligroso. Porque el tiempo nunca se detiene; Y tu orgullo y tus estados permanentes de contradicción cada vez importan menos. Has logrado cambiar lo que fue y hoy sentir arder de frío es más fácil que llorarte o estimarte. Hoy, estar sin ti es estar en la mejor compañía.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Siempre. Siempre tú.

Cuando tengo miedo siento frío. Qué difícil se hace escribirte cuando siento que cada palabra puede marcarnos de algún modo para siempre. Todas las sensaciones se complican aún más cuando no consigo descifrar lo que esconderá tu voz. Llevo tanto sin coger tus manos. Tanto sin respirar aquellos silencios que me inspiraban a vivir sin límites toda la ilusión. Tu compañía y tu ánimo como una sombra enérgica y honesta que sutilmente me acariciaba y con el amor más dulce... con sólo mirar hacía donde tú estabas... a mi lado, podía concienciarme de que cada día aprendería un poco más y libraría cualquier conflicto... porque, me dabas tantas fuerzas por tan poco a cambio. En cambio... ahora ya no se quién vive en mi. No encuentro ningún camino que me inspire confianza, o la templanza necesaria para abordarlo sabiendo que tu no estás al final del mismo. Y ahora que no estamos más, todo parece vano. Y la vida así no me contagia nada que no sea inerte. No me carga de sueños ni de metas. Tus brazos que tanto podían abarcar. Ojos soñadores que iluminaron mi mundo. Y que hoy me dejaron a ciegas. Imborrable tinta de todas las palabras con las que impregnabas hojas caídas en cualquier estación mejor que todas, en las que vivo sin ti. El recuerdo más fuerte eres tú. La imagen más viva en mi mente es contigo. Y en el deseo más inmenso que jamás volveré a sentir, estabas tú. Recordarás siempre, al igual que yo, aquella noche... apoyada mi espalda en tu pecho, sobre aquel tejado y mirando un cielo que se despreocupó porque allí no había razones para no ser felices. Y sin embargo... Todo eso hoy no son más que lágrimas empañadas de dos amores que siguen sus vidas paralelas a lo que fueron. Sin olvidar que siempre. Siempre tendrán en si mismos su particular debilidad. Corazones sin arreglo, desmontados por tanto sentimiento amontonado. Y aunque hoy no tengamos el equilibrio necesario para llegar hasta el otro extremo... Nuestra historia. No acaba. No mientras mi lugar más seguro sea entre tus brazos.

Todos los días

El día en que se terminen todas las promesas. El día en que todas las sonrisas que expresas desaparezcan porque sea demasiado evidente que te son irreconocibles y que nunca te pertenecieron realmente. Me paraliza pensar en el día en que la magia deja ya de ser corriente. El día en que mis ojos puedan abrirse para ver más allá de todos esos vientos que no he podido sentir. Todos los placeres que nunca sabré disfrutar. Y poder así colocarme lo más cerca posible del riesgo de todo lo que conlleva vivir porque así. Ahora. No vivo. Destrozar papeles escritos en otras vidas. Papel protagonista para quién hoy es un fantasma desconocido que vive engañando a sus días para que pasen más rápido o más despacio según le viene en gana. Las energías no pueden renovarse cuando no hay espacio ni movimiento para efectuar ningún cometido. Cuando la palabra acción pierde su significado y se aleja para interponerse un cristal demasiado opaco. Ojos que no ven corazón que grita por todo lo perdido. Baja al mundo. Inventa señales para que localicen tu alma vagabunda en ninguna parte. Cuando no hay más salida que salir. Posponer el día. Endurecer el gesto. Estrategias fallidas para quién perdió la cabeza a base de recuerdos. Deja aquí tu corazón para afrontar todos los días.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Rencor

Acostumbrada a enfrentar palabras, argumentos y demás armas contra frentes distintos e interminables. Te sorprenderá... llegado el momento... de que, ya no puede existir más rencor. Volver una y otra vez a un pasado reminiscente se vuelve a su vez innecesario y vacío. Reprochar desde un mismo origen. Retroceder hacia mentiras más o menos locuaces... que ya te provocaron cicatrices, que ahora, y en muchas más ocasiones, no deberían dañarte por sí mismas. Sin embargo, el empeño en rasgar hasta encontrarlas... La constante persecución de hacerlas visibles... Sólo son habituales autocastigos. Daño infligido a tu Yo desconocida, a tu Yo oculta. Vitales momentos de lucidez. Calma y Equilibrio. Te devolverán la esencia. Y sólo de éste modo... El aroma del Mar, la calidez del Sol, cualquier perspectiva del Cielo... y cada paso que des, no será en vano. Sujeta tu seguridad. No permitas, bajo ningún concepto, que se vea deteriorada. Ahora. No importa el lugar. No importa el tiempo. Ni la situación. Eres tú. Huele el Mar. Siente el Sol. Respira. Recarga cada uno de tus sentidos. Disfruta de haber olvidado los daños colaterales e incluso los directos de un rencor que no te pertenecerá más.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Flah

Cielo azul impecable. Sonríes y brillas de forma infinita mientras coges sus manos. Gestos que conocí y miradas secretas que fueron mías. Toca el cielo para ella. Cuida sus deseos. Ciega su luz experta en atender tu deseo reforzado por todo lo que yo no pude o no supe hacer... y hasta lo que nunca estuvo en mi mano. Yo. Traficante de sentimientos. He sido descubierta y condenada. Ante ti un escenario lleno de flores y estrellas fugaces que cumplen cada anhelo que puedes permitirte. Y ahora que me perderé en tus recuerdos... leve flash de dos manos cogidas en una ciudad que ambos abandonamos. Muerto el momento. Ya no pensamos más el uno en el otro. En lo que fue. O en lo que pudo haber sido ahora.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Invencibles

Yo quiero estar sólo en la primera fila de tu corazón. Vivir cada cambio por sutil que sea. Y conocer cada rincón en que se escondan temores, dudas o preocupaciones. Tener las herramientas necesarias para hacerles frente. Y aunque el amor es cosa de dos tenemos tantos frentes abiertos. Y ahora que al fin se el por qué de todas tus lágrimas tatuadas, estar cerca de ti para ser tu fiel compañera en todo lo que nos depara la vida, es más grandioso. Hoy, no vamos a hablar de mis batallas ni de mis heridas de guerra. Trato de escucharte atenta. Abrazo tu cielo. Repaso los remiendos de todas tus cicatrices. Después de estar más cerca de tu dolor. Después de respirar todo aquello que viviste a través de tus susurros. Me siento bendecida por ser capaz de asimilarlo; Por acariciar tus ojos azules y acostumbrarme a tu candor, a tu dulzura y a la humanidad que te lleva a no romper del todo con aquello que te hacía tanto mal y que hoy lo sigue intentando; siendo su estado de desarme. Y por más batalla que presente... Hoy somos invencibles. Unidos por y para nosotros.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Permanecer perdidos

La última vez que me dijo que me amaba estaba segura de que lo más sensato sería no volver a verle. Evité mirar sus ojos que un día fueron espejos para mi alma y; Obligué a mi corazón a pararse en seco y evitar sentir un amor tan problemático. Condenado al fracaso. Desde siempre. Situaciones tan dispares... Escenarios oscuros y repletos de dilemas. Tu en mí. Para siempre. Estemos dónde estemos. Ya sea lejos de quiénes fuimos. Fuga de sentimientos. Alma estancada mirando fijamente hacia una ilusión que permanece en un "todo lo que pudo haber sido". Nadar en aguas calmas nunca hubiese sido posible a tu lado. Amargo pesar. Y ahora, son inciertos todos los amaneceres que suceden sin ti. Noches en que dejaron de acercarse las estrellas para brillar con más fuerza. Todo el fuego que nos hizo arder, donde quiera que yo camino cargo con las cenizas de nuestro fracaso. Lecciones de amor para quiénes ya ni sienten ni padecen. Quiénes se piensan de modo infinito. Y para siempre. Así te siento. Te escucho. Te miro. Y te pienso desde lo más profundo en mí; Por conocer cada detalle, cada reacción y mis respuestas a todos los estímulos del amplio abanico de posibilidades de un mundo tan feroz. Te amo sin deber hacerlo. Sin poder hacerlo. Lejos de ti y de nosotros. Imagino como estarán hoy tus ojos; Por quién lloras y como reaccionas ante mi ausencia y ante todas nuestras promesas que quedaron en mitad de un camino del que ambos nos hemos salido quedando descarriados para permanecer perdidos.